Yo lo tengo claro: la incomunicación es decir: cuando la comunicación se bloquea… (Por cierto, justamente, este es el tema de mi tesis de mediación y resolución de conflictos!!! Ver mi primer post)
La verdad es que cuando una persona miente, es de mala fe, etc. a mí me cuesta quedarme zen. Mi sangre hierve. No me enfado, no, pero noto mi tensión arterial subir…
Está claro: quiero comunicarme, quiero dialogar, quiero que el otro me escuche, pero no puedo porque que, me guste o no, la comunicación es cosa de dos. Si el otro se tapa los oídos, no puedo hacer nada. Por mucho que hable más alto, más claro, más racional, no servirá.
Si me lo pienso bien, me estresa porque va en contra de mi carácter: yo siempre prefiero enfrentarme a los problemas que huir de ellos. Quiero avanzar, encontrar una solución… no me gusta la política del avestruz (ver post La decisión)
En todo caso, ¿cómo demostrar a un interlocutor que 2 y 2 son 4, si no lo quiere admitir? Es imposible. ¿Qué hacer frente a una persona manipuladora?
Mentir, negar la realidad, etc. son estrategias eficaces… poco leales, poco valientes, pero lo repito: eficaces.
En estos momentos, cada día o casi, me enfrento con la directora de mi banco: cuando le mando un email me dice que no lo ha recibido, si la llamo me dice que está reunida y que me llamará (y no me vuelve a llamar, claro.) Afirma que actualmente mi operación no se puede tramitar porque se ha perdido un papel, etc.
Francamente, creo que durante años estudié «técnicas de comunicación» por eso: porque quería aprender a tratar la gente de mala fe, a los mentirosos, etc.
De hecho aprendí una técnica – de la que volveré a hablar más adelante- que se llama “el escudo emocional”, y me ayuda a enfrentarme a esas situaciones. No es la panacea pero si ayuda.
En fin, cuéntame que es lo que más te estresa. ¿Tú también te desesperas cuando te comunicas con gente de mala fe, que niega descaradamente la realidad? ¿O lo tuyo es otra cosa?