¿Te has preguntado alguna vez por qué te sientes tan bien cuando estás cerca del mar, de una cascada o incluso dentro de una tormenta eléctrica? La explicación está en los iones negativos, unas partículas invisibles que tienen efectos positivos sobre nuestra salud y bienestar.
¿Qué son los iones negativos?
Los iones son átomos que han perdido o ganado electrones, lo que les confiere una carga eléctrica.
Asimismo, los iones negativos son aquellos que han ganado electrones, mientras que los iones positivos son los que, al revés, han perdido electrones.
Los iones negativos se producen de forma natural en los bosques, las montañas, el mar o las cascadas, por la fotosíntesis, la radiación y los movimientos del agua.
También se generan durante una tormenta, por las descargas eléctricas de los rayos.
Los iones negativos tienen la capacidad de atraer y neutralizar las partículas contaminantes del aire.
Suelen mejorar nuestro estado de ánimo, nuestro sueño, nuestro sistema inmunológico y nuestra energía. Hasta tal punto que muchos los llaman: «Las vitaminas del aire».
Los iones positivos, en cambio, hacen todo lo contrario. Nos cansan, nos debilitan, nos quitan energía…
En general, – te lo imaginas – estamos inmersos en ambientes tóxicos, es decir: cargados de iones positivos, que afectan nuestro equilibrio físico y mental.
¿Te cuesta concentrarte en el trabajo?, ¿Te duele la cabeza?, Te sientes cansado/a?, ¿Padeces rinitis?…
Se estudió el caso de miles de personas con estos síntomas y la conclusión fue que la causa determinante de sus dolores era la calidad del aire que respiraban.
Si estás rodeado de aparatos electrónicos (una fotocopiadora por ejemplo), si trabajas en el sector de la limpieza industrial y estás manipulando constantemente productos químicos, si el aire que entra por la ventana de tu despacho está contaminada, lo más seguro es que el aire que respiras no es «nutritivo»: seguramente le faltan… ¡vitaminas!
¿En qué consiste una terapia con iones negativos?
La «ionoterapia» es una terapia que utiliza dispositivos para crear un ambiente similar al de la naturaleza.
El objetivo del tratamiento es mejorar nuestra salud a través de la inhalación de iones negativos.
Dicho esto, la terapia, en si, es muy sencilla: basta con quedarse cerca de un «ionizador«.
La duración dependerá del tipo de dispositivo y del objetivo que se persiga.
En general, hará falta una hora al día para notar los efectos.
¿Qué beneficios tiene la terapia?
Los iones negativos actúan sobre el cuerpo humano de varias formas:
- Mejoran el estado de ánimo: influyen en los niveles de serotonina, un neurotransmisor que regula el humor, el sueño y el apetito. Sin decir que también afectan al sistema nervioso simpático, que es el responsable de la respuesta al estrés.
- Fortalecen el sistema inmunológico: Concretamente, estimulan la producción de glóbulos blancos, que son las células encargadas de defender al organismo de las infecciones y las enfermedades.
- Ayudan el metabolismo: favorecen la oxigenación de las células y la circulación sanguínea. Por lo tanto, mejoran el transporte de nutrientes y oxígeno a todos los órganos del cuerpo.
- Mejoran la calidad del sueño: al reducir el estrés y la ansiedad, y al regular los niveles de serotonina, los iones negativos ayudan a conciliar el sueño más fácilmente. Esto se traduce en un mayor descanso, claro, así como en una mejor energía durante el día.
- Previenen la depresión y el trastorno afectivo estacional: al aumentar los niveles de serotonina, los iones negativos mejoran el estado de ánimo y previenen la aparición de episodios depresivos. Esto es especialmente importante en los meses de invierno, cuando hay menos luz solar y se produce una disminución de la serotonina.
Los iones positivos: ¿responsables de la agresividad en las grandes ciudades?
Un investigador francés, el DR J.M. Olivereau encerró ratas en jaulas grandes y luego les envió aire cargado de iones positivos.
Entonces constató que cuando estaban en grupo las ratas se atacaban mutuamente. Y cuando estaban solas, mordían los barrotes de su jaula.
Al parecer, la presencia de iones positivos en el aire genera agresividad.
Hasta tal punto, que otro investigador francés, el profesor Jacques Metadier, en su libro Los Oxiones, se pregunta si el aire que respiramos en las grandes ciudades no podría ser responsable de la agresividad ambiente.
Los iones aún no han entregado todos sus secretos.
En resumen
La terapia con iones negativos es una terapia natural, sin efectos secundarios indeseados.
Respirando un aire más «ionizado», nos sentimos más relajados, dormimos mejor, reforzamos nuestro sistema inmunológico y aumentamos nuestra energía.
Los iones negativos se encuentran en abundancia en la naturaleza, pero también los podemos generar en nuestro hogar o lugar de trabajo con dispositivos artificiales.
En realidad, si vives en la montaña, o al lado del mar pero nunca sales de tu casa, no respirarás un aire de calidad.
Si quieres profundizar el tema, te recomiendo el libro «La clave del bienestar» del Profesor Ear Mindell (Ediciones Obelisco)
En todo caso, para comprar ionizadores, es muy facil: hay muchos. En Amazon, por ejemplo, encontrarás modelos de todo tipo a precios variados. (A partir de 40 euros) ¡Hasta hay para el coche!
Por supuesto, si has probado la «ionoterapia», no dudes en contarnos cómo te ha ido. Tu opinión importa.