Tienes problemas, vale, de acuerdo… problemas de dinero, de pareja, de familia, de trabajo… Muy bien, pero ¿qué dirías de hacer algo diferente hoy? Aquí y ahora…
Como decía Einstein: “La locura es siempre hacer lo mismo y esperar resultados diferentes.”
Hace poco hablaba con un compañero coach colombiano – que vive y trabaja en Colombia – y decía: “Desde que nací, Luc, hace 55 años, no he conocido nada más que la crisis: la crisis económica, política, social… ¿qué debemos hacer en Colombia? ¿Deprimirnos? ¿Suicidarnos? No, es posible ser feliz a pesar de todo. Mucha gente incluso lo consigue, tal vez más que en España, dicho sea de paso”
Hay que reconocer que el victimismo es cómodo, el síndrome de Calimero (“sólo soy un pobre pollito victima de los malos.”) tiene ventajas, es evidente, pero no creo que se trate de la fórmula que lleve a la felicidad. Mientras escribo este post, recuerdo a mis abuelos, fallecidos hace más de 30 años. Vivieron en condiciones difíciles: los trabajos duros de la granja, las condiciones sociales precarias, sin embargo nunca los oí quejarse, ¡al contrario!!! Recuerdo perfectamente a mi abuela que cuando me quejaba me repetía “¡No te quejes Luc, ve lo que el Buen Dios te ha dado!”
En realidad, mis abuelos pensaban de la misma manera que mi amigo coach colombiano
Salgamos de nuestra “zona de confort”, seamos revolucionarios y hagamos burla a los medios de comunicación que nos crían en el victimismo.
Tomemos nuestro bastón de peregrino y lancémonos a la carretera del cambio, sin más demora: esta carretera que, por larga que sea, comenzará siempre por… ¡una decisión!
Para terminar, una pregunta: ¿qué decisión vas a tomar hoy para mejorar tu vida?
No pierdas un solo segundo: empieza ya a rodar esta película de la que serás tú el guionista y director.
