¿Sueles sentirte deprimido/a en invierno?
Tal vez padezcas depresión estacional.
La luz tiene efectos biológicos y psicológicos en el organismo humano, ya que influye en la producción de hormonas, neurotransmisores, enzimas y otras sustancias que regulan el funcionamiento de los órganos.
La necesitamos para sentirnos bien. Todos. Aunque algunos más que otros.
Desde la antiguedad
Hace mucho tiempo que conocemos los efectos de la luz sobre nuestra salud. En la Grecia Clásica, los médicos ya recomendaban a sus pacientes una exposición moderada al astro diurno.
Sobre el año 1000, el famoso médico persa Avicena también elogiaba los efectos del sol sobre el cuerpo.
En Europa occidental, los médicos esperaron al siglo XVIII para darse cuenta de los beneficios de la luz solar y recetarla a sus pacientes.
Dicho esto, no fue hasta el siglo XX cuando empezaron a estudiar científicamente sus efectos sobre la salud humana.
El Dr. Alfred Lewy, por ejemplo, en los años 40, demostró que exponer a las personas a una luz brillante durante el día podía ayudarlas a mejorar su estado de ánimo y sus niveles de energía.
Actualmente, ya nadie duda de los beneficios del sol y gracias a la tecnología, se ha desarrollado una terapia nueva, aún poco conocida del gran público: se llama «luminoterapia» (o fototerapia).
Hace 40 años hacía falta ir al hospital para practicarla. Hoy se puede adquirir un aparato de «luminoterapia» por poco dinero en tiendas especializadas y beneficiarse de sus efectos.
Desde luego, se trata de una excelente opción terapéutica para mejorar el estado de ánimo.
Además, puede combinarse con otros tratamientos tópicos o sistémicos. (En este caso requerirá un seguimiento médico adecuado.)
A nivel psicológico, la luminoterapia es ideal para:
- Los trastornos del estado de ánimo: la «luminoterapia» puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión, especialmente la depresión estacional o trastorno afectivo estacional (TAE), que se produce en los meses de invierno cuando hay menos horas de luz solar.
También puede mejorar el ánimo de las personas con trastorno bipolar, trastorno límite de la personalidad, ansiedad, estrés y otros problemas emocionales.
- Los trastornos del sueño: este tipo de terapia puede regular el ritmo circadiano, que es el ciclo biológico de 24 horas que determina los patrones de sueño y vigilia. Asimismo, puede ayudar a las personas que sufren de insomnio, jetlag, trabajo por turnos, narcolepsia, etc.
¿Cómo funciona?
La luz, absorbida por las células de la piel y los ojos, activa receptores que envían señales al cerebro y al resto del cuerpo.
¿Cómo se realiza?
Es muy sencillo: el paciente se expone a una fuente de luz artificial que emite las longitudes de onda deseadas. La fuente de luz puede ser una lámpara, un panel, un tubo, unas gafas, un dispositivo portátil o un aparato médico especializado.
La duración, la frecuencia, la intensidad y la distancia de la exposición dependen de la condición a tratar y de la sensibilidad individual de cada persona.
Generalmente, se practica durante al menos 30 minutos por la mañana, durante los 30 minutos después de despertarse.
Salir a la luz del sol puede ser tan eficaz como utilizar una lámpara especial, pero ¿quien tiene la suerte de vivir en un país donde siempre hace buen tiempo?
La «luminoterapia» se puede realizar en casa o en un centro médico. A menudo, se puede combinar con la medicación y por supuesto con otras técnicas, como la acupuntura, la homeopatía o la fitoterapia.
La «luminoterapia» es generalmente segura y bien tolerada, pero puede tener algunos efectos secundarios como irritación ocular o cutánea, dolor de cabeza, náuseas o insomnio. Por eso, es importante seguir las indicaciones del profesional que prescribe o realiza la terapia y protegerse adecuadamente los ojos y la piel.
¿Realmente funciona?
Un equipo de investigadores canadienses realizó un estudio en el que se analizaron a 122 personas con diagnóstico de depresión mayor, durante un período de dos meses.
Estas personas fueron divididas en cuatro grupos: aquellas que recibieron sólo terapia de luz, sólo medicamentos antidepresivos, terapia de luz combinada con medicamentos antidepresivos, y un grupo de control que recibió placebos.
Luego de la evaluación, se encontró que los grupos que presentaron una mejor respuesta a la fototerapia fueron él que solo recibió terapia de luz y el que combinó ésta con medicamentos antidepresivos, con una tasa de éxito en el control de la depresión del 44% y 59%, respectivamente.
La fototerapia es una técnica que ofrece múltiples beneficios para la salud física y mental de las personas.
Hoy puedes adquirir lámparas de 10000 Lux por un poco más de 20 euros en Internet. Teclea en tu buscador favorito: “Luminoterapia” y descubrirás numerosas ofertas.
Desde luego, no tienes excusas para no probar los efectos de la luz en ti.
Algunos testimonios
He pedido a unos amigos adeptos a la luminoterapia su opinión.
Aquí las tienes.
Guy (Francia)
«El modelo que utilizo es el DAYVIA. Es bastante grande, como se puede ver en la foto. Hay que estar a unos 30 o 50 cm de distancia porque si no, no ilumina bastante. Sólo tiene una potencia. Quiero decir que no se puede regular. Lo miro durante 30 minutos mientras hago ejercicio en mi máquina de remo. Lo enciendo por la mañana al levantarme, y luego lo apago hasta el día siguiente. En mi caso, los efectos se notaron en pocos días: regulación del sueño, energía durante el día y buen humor.»
Kevin (Quebec)
«Yo utilizo un modelo de mesa. Personalmente, estoy contento con él. 😃
Me levanto todas las mañanas a las 5, en invierno está oscuro durante mucho tiempo aquí en Canadá y por eso mi reloj/mecanismo interno no se alinea bien con el ciclo circadiano…
También utilizo mi aparato para iluminarme, sobre todo porque puedo variar el tono o la «temperatura Kelvin», es decir, hacerla más cálida o más fría, como una luz matinal, o la de una tarde soleada.
Estoy convencido de que mi terapia matutina me ayuda a ser positivo durante todo el día.»
Halina (Polonia)
«Es lo primero que hago al levantarme. Enciendo mi aparato de fototerapia y leo durante 30 minutos. Se ha convertido en un ritual. No sé si mejora mi estado de ánimo, pero creo que me da energía. También diría que me ayuda a dormir mejor.
Sólo llevo un mes practicando, pero estoy contenta. El modelo que compré no me costó mucho, unos 20 euros. En mi opinión, valió la pena.
Aquí en Polonia (Bialystok), en invierno, el sol se acuesta a las 4 de la tarde y falta luz.