10 ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS

Las enfermedades psicosomáticas son aquellas que, a partir de fuertes procesos emocionales como la depresión, la ansiedad o el estrés, se derivan en síntomas físicos.

Estos síntomas pueden ser muy variados y afectar a diferentes órganos del cuerpo.

He aquí algunas de las enfermedades psicosomáticas más comunes:

Taquicardia

La taquicardia es el aumento de la frecuencia cardíaca por encima de los valores normales. Puede ser causada por diversas condiciones médicas, pero también por la ansiedad.

La ansiedad activa el sistema nervioso simpático, que prepara al organismo para la acción, y aumenta la producción de adrenalina, que acelera el ritmo cardíaco.

En tal sentido, la taquicardia puede provocar sensación de opresión en el pecho, falta de aire, mareos, palpitaciones y sudoración.

Cefaleas migrañosas y/o tensionales

Las cefaleas son dolores de cabeza que pueden tener diferentes orígenes y características. Las cefaleas migrañosas por ejemplo, se caracterizan por un dolor pulsátil, intenso e unilateral, que suele ir acompañado de náuseas, vómitos, fotofobia (hipersensibilidad a la luz) y fonofobia (hipersensibilidad a los sonidos).

Las cefaleas tensionales por su parte, se deben a la contracción de los músculos del cuello y la cabeza, y se manifiestan como un dolor opresivo, leve o moderado, que afecta a ambos lados de la cabeza.

Ambos tipos de cefaleas pueden estar relacionados con la ansiedad, ya que ésta puede provocar tensión muscular, alteraciones hormonales, inflamación y vasodilatación.

Asma bronquial

El asma bronquial es una enfermedad respiratoria crónica que se caracteriza por la inflamación y el estrechamiento de las vías aéreas, lo que dificulta la entrada y salida de aire de los pulmones.

Los síntomas más comunes son la tos, la sibilancia, la opresión torácica y la dificultad para respirar. El asma puede tener un origen alérgico, infeccioso o ambiental, pero también puede estar influenciada por la ansiedad.

La ansiedad puede aumentar la sensibilidad de los bronquios, provocar hiperventilación, alterar el sistema inmunológico y favorecer las crisis asmáticas.

Alergias

Las alergias son reacciones del sistema inmunológico ante sustancias que se consideran extrañas o peligrosas, como el polen, el polvo, los alimentos o los medicamentos.

Las alergias pueden provocar síntomas como estornudos, picor, enrojecimiento, hinchazón, urticaria o anafilaxia (reacción generalizada grave).

Sin embargo, es una enfermedad psicosomática cuando se genera por la ansiedad, ya que esta puede debilitar el sistema inmunológico, aumentar la producción de histamina, que es la sustancia que media la respuesta alérgica, y generar una mayor sensibilidad a los alérgenos.

Síndrome de colon irritable

El síndrome de colon irritable es un trastorno funcional del intestino que se manifiesta por dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento. No se conoce la causa exacta de este síndrome, pero se cree que puede estar relacionado con factores genéticos, alimentarios, infecciosos o psicológicos.

La ansiedad puede afectar al funcionamiento del intestino, ya que este está conectado con el cerebro a través del eje intestino-cerebro, que regula la motilidad, la secreción y la inflamación intestinal. Además, puede alterar este eje y provocar cambios en la flora intestinal, la permeabilidad intestinal y la sensibilidad visceral.

Colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria crónica del colon que se caracteriza por la formación de úlceras en la mucosa intestinal. Los síntomas más frecuentes son el dolor abdominal, la diarrea con sangre o moco, la pérdida de peso y la anemia.

En este sentido, la colitis ulcerosa puede tener un origen autoinmune, genético o ambiental, pero también puede estar influenciada por la ansiedad.

En este sentido, la ansiedad puede aumentar la inflamación intestinal, alterar la barrera intestinal, favorecer el crecimiento de bacterias patógenas y empeorar el pronóstico de la enfermedad.

las enfermedades psicosomáticas presentados en una infografia

Lumbalgias

Las lumbalgias son dolores en la zona baja de la espalda que pueden tener diferentes causas, como traumatismos, malas posturas, hernias discales o artrosis. Sin embargo, muchas veces no se encuentra una causa orgánica que explique el dolor, y se considera que se trata de una lumbalgia psicosomática.

La ansiedad puede provocar lumbalgias al generar tensión muscular, inflamación, espasmos o contracturas en la zona lumbar. Además, la ansiedad puede aumentar la percepción del dolor y dificultar su manejo.

Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de placas rojas, escamosas y pruriginosas, que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo.

La psoriasis es una enfermedad autoinmune, que se produce por una alteración del sistema inmunológico que ataca a las células de la piel y puede estar influenciada por la ansiedad, ya que ésta puede activar el sistema inmunológico, aumentar la producción de citosinas proinflamatorias, que son las moléculas que median la inflamación, y alterar el ciclo de vida de las células de la piel.

Trastornos sexuales

Los trastornos sexuales son aquellos que afectan al deseo, la excitación, el orgasmo o el dolor durante las relaciones sexuales y pueden tener un origen orgánico, como enfermedades, medicamentos o alteraciones hormonales, pero también pueden tener un origen psicológico, como la ansiedad.

Así que la ansiedad puede interferir con la respuesta sexual al provocar miedo, inseguridad, culpa, vergüenza o estrés. La ansiedad también puede afectar al flujo sanguíneo, a la lubricación, a la sensibilidad y a la liberación de neurotransmisores, que son los mensajeros químicos del cerebro que regulan el placer y el bienestar.

Problemas urinarios

Los problemas urinarios son aquellos que afectan al funcionamiento de la vejiga o de la uretra, que son los órganos encargados de almacenar y expulsar la orina.

Los problemas urinarios pueden manifestarse como dificultad para orinar, aumento de la frecuencia o de la urgencia urinaria, incontinencia, dolor o ardor al orinar o infecciones.

Los problemas urinarios pueden tener un origen físico, como cálculos, tumores o infecciones, pero también pueden tener un origen psicológico, como la ansiedad.

De tal modo que la ansiedad puede afectar al sistema nervioso que controla la micción, al provocar contracciones involuntarias de la vejiga o de los músculos del suelo pélvico, que son los que sostienen los órganos urinarios.

Estas son solo algunas de las enfermedades psicosomáticas que pueden estar provocadas por la ansiedad, pero hay muchas más.

Debes comprender que la ansiedad no solo afecta a la mente, sino también al cuerpo, y que ambos aspectos deben ser tratados de forma integral.

Desde luego, no se trata de negar la existencia de los síntomas físicos, sino de buscar su origen emocional y de aprender a manejar la causa: la ansiedad, de forma adecuada.




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